jueves, 30 de noviembre de 2017

Altruismo, ¿cualidad o capacidad?

El altruismo es la capacidad de ponerse en el lugar de los otros,  es dar a los demás sin intención de recibir nada a cambio, es mirar al otro con sensibilidad, empatizar con los demás. La mayor expresión del altruismo es la solidaridad. Por tanto, el altruismo se puede desarrollar, se puede practicar o no practicar, se puede aprender o no aprender. 

El altruismo no es una cualidad que viene de serie, pues no se trata de si has nacido altruista o no. El altruismo es una capacidad humana que puede desarrollarse, es decir, todos los seres humanos somos capaces de desarrollarlo. 

Está claro que para ponerlo en práctica, para ser personas altruistas, tenemos que tener la intención de serlo, si nos negamos no vamos a poder llevarlo a cabo. Y para ello es importante que entendamos su importancia y trabajemos la educación emocional.

Muchas personas tienen mayor facilidad, sí, algunos nacen con ese don de dar a los demás, y lo hacen sin que nadie se lo enseñe. Pero de manera general, el ser humano tiende a ser egoísta e individualista, lejos de comprender los problemas de lo demás y preocuparse por estos, tiende a centrarse en los suyos, en lo que le afecta directamente a su vida o a la de sus seres más cercanos. 

Por ello lo principal es educar las emociones y cultivar la inteligencia emocional, para que todos estemos dispuestos a desarrollar esta capacidad, tan necesaria para el bien de toda la humanidad, capacidad que podemos desarrollar y nadie está limitado genéticamente para no poder hacerlo. No vale alegar "yo no soy así" o "algunas personas saben comportarse de ese modo pero a mi no se me da bien", se trata de ayudar a los demás, pues ¿qué sería de ti sin ellos, y sin toda la ayuda que recibes para ser quién eres y estar dónde estás?



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